En este lugar, o muy cerca de aquí, debió alzarse la primitiva ermita dedicada a Nuestra Señora de Monte Olivete |
Hace ya muchos años, los señores de Valencia tenían a su servicio una poderosa hueste cristiana, si no numerosa, sí fiera y aguerrida en el combate, por lo cual era muy respetada. Vivían agrupados entre la Ruzafa y la Canicia que llamáis de San Vicente a unos pasos de la Boatella. Muchos vestían como moros, pero en batalla conservaban sus armas y modos cristianos. Su culto estaba asegurado en la pequeña iglesia que mencioné y no les faltaban medios, tierras y consideración popular.