miércoles, 23 de julio de 2014

Ludo Koza

Ludo Koza es escritor y es profesor y, sin duda, sabe serlo.

Tengo el privilegio de poseer la edición príncipe familiar de su "Enseñanza Secundaria". Su obra no va contra Administración (sic), aunque destape sus carencias y sus desafortunadas decisiones y omisiones. Se trata más bien de un alegato, de un diario, de un diván; una muestra de finísima perspicacia, sincera, mordaz y dura, porque así es la realidad que nos describe.

Y, sin embargo, rezuma optimismo. Comprensible, si acaso, por su juvenil madurez todavía pletórica de esperanza que aguarda un cambio de sistema que quizás llegue - ahora soy yo el esperanzado optimista -, porque es un cambio que no requiere mayores inversiones económicas, sino mejor gestión, valentía y amplitud de miras, aquello de lo que, no obstante, suelen adolecer los gobernantes al uso, por ahora.

lunes, 14 de julio de 2014

Enseñanza Secundaria (y 12)


En estado de duermevela garabateo la siguiente confrontación: Integración vs. Enseñanza. En un papelucho que había en la mesa, al lado de la cama, con los ojos cerrados aún. A tientas, debajo de Integración, escribo Derechos Humanos, y saco una flecha que une los dos conceptos y los enfrenta contra el de Enseñanza. La Integración y los Derechos Humanos como rivales de la Enseñanza. Me van a meter en la cárcel.

Patrick es francés, es enorme y es subnormal. No le alcanza para hacer una suma básica. Le cuesta mucho escribir. Cuando habla, es incoherente, en español y también en su lengua. Sabe que hay cosas que están mal, como por ejemplo patearle la cabeza a un compañero, así que, siempre que lo hace y algún profesor le ve, a sabiendas de que su comportamiento ha sido incorrecto, miente y dice, "Yo no o fecho nada", y se queda allí rehuyéndote la mirada. A veces, pinta una esvástica en el corcho de su aula. Pero la pinta mal. Se pierde con tanto brazo. La cruz se le va de las manos y parece un arabesco. Antonio, otro alumno, se define a sí mismo como nazi y franquista, y dice que los comunistas, los inmigrantes y las putas son el problema de todo. Abronca a Patrick, porque su esvástica es una mierda. Patrick no sabe pintar ni siquiera una cruz gamada, aunque sí le gusta el cariño, ha visto a Antonio pintando enseñas en el corcho y ha pensado que si le imita recibirá su aprobación. Antonio le reprende y sigue haciendo los deberes en perfecta armonía con su compañero de pupitre, que es negro. Pensé que podían hacer un buen tándem. Funciona. Algún día le explicaré que lleva todo el año sentado al lado de un inmigrante y el mundo de Antonio hará crack.