La amistad traza líneas curvas cerradas alrededor nuestro. Líneas sinuosas que rodean distintos aspectos de nuestro interés.
Y es que nuestros intereses son también sinuosos, y tan recónditos que a veces hasta nos sorprenden cuando aparecen.
La amistad es tibia y vibrante armonía hasta que deviene, como el amor, en odio. O hasta que se enfría y desvanece.
Pero la amistad siempre deja un rescoldo de brasa que a veces prende.
Quizá por eso algunos optimistas sostienen que la amistad nuca muere.
No hay comentarios:
Publicar un comentario