De manera parecida, no pasa día sin que los medios de comunicación poco cuidadosos llenen los espacios de noticias desinformantes.
Ignorantes redactores, esos que hablan de inmolación cuando deben decir asesinato terrorista, utilizan la violencia de género, engendro gramatical que más allá de su contenido jurídico indica menosprecio por la lengua y la realidad de quienes legislan y gobiernan, para llenar espacios informativos.
En un caso, la desesperación ha llevado a un padre al extremo de la irracionalidad y para no ver sufrir a los suyos los ha matado y se ha matado él mismo. No había mas que agotamiento de la capacidad de reaccionar ante la adversidad en una sociedad que prima el consumo y la apariencia.
No ha habido violencia de esa que llaman de género, no ha habido violencia machista, como un desafortunado gobernador rápidamente ha declarado a la galería mediática, llenándose la boca de condena, por supuesto, sino más bien martirio como resultado de la violencia social que incluso por omisión predomina entre nosotros.
Así lo sabe y siente la familia que ha querido que sus cuerpos sigan juntos. Sin más violencia. Déjenlos en paz.
