![]() |
Luz mediterránea de marzo entraba desde la calla en tarde. Dentro de poco retirarían los gruesos paños y tapices de la habitación que quedaría en los huesos: piedra y madera, frescor para aliviar los calurosos días.
Luego de algunos rasgueos y escalas, canturreó algunos versos y, de pronto, cantó alto:
Yendo y viniendo
voime enamorando:
una vez riendo
y otra vez... ¡gozando!
voime enamorando:
una vez riendo
y otra vez... ¡gozando!
Y me guiñó un ojo. En tan breve tiempo había mudado. Aquél era ciertamente un instrumento mágico, ya lo admitió el mercader y ese fue uno de los motivos por los que lo adquirió. Habíale contado una bonita leyenda sobre el instrumento y acabó convenciéndole de que en los momentos de tristeza, sus notas conseguirían levantarle el ánimo y, en vibración armónica con el universo, se vería más cerca del Paraíso. Y así era.

____________
Imágenes:
- Plano de un laúd en un manuscrito de Henri Arnaut de Zwolle (h. 1400 - 1466), médico, astrónomo, organista y organólogo al servicio de Felipe III de Borgoña, le Bon, tatarabuelo de Carlos I de España.
- "Luth", Calligraphies Arabes Solidaires.
No hay comentarios:
Publicar un comentario