jueves, 10 de agosto de 2006

Landis: con tres cojones

Mi primera reacción ante un caso de dopaje es de lástima. La competencia es feroz y muchísimo lo que hay en juego. El mundo del deporte profesional es muy duro. Primero hay que elegir la especialidad adecuada, no la que más guste, sino aquella para la que el organismo esté mejor dotado. A continuación, y suponiendo que se ha acertado en esa elección, hay que conseguir obtener el máximo rendimiento, y para ello hay que realizar un sacrificio desmesurado, durante el que sí parece aceptable usar ayudas químicas (¡como los estudiantes en época de exámentes, también en busca de un título!). Durante el camino, qué duda cabe, la suerte es importantísima, sobretodo para esquivar a los muchos indeseables sin escrúpulos que viven de este mercadeo. Al fin, y como las referencias están puestas en esos ídolos archivalorados -y en algunos casos inventados- por los medios de comunicación (porque se mueven miles de millones en ese teatro), la llegada puede deparar una frustración difícilmente superable. (Claro que también se puede morir de éxito, pero esa es otra cuestión).


Salvo los casos más flagrantes, los hay que me plantean serias dudas. ¿No es capaz el organismo de superar los límites hormonales supuestamente normales en determinados individuos o en situaciones excepcionales? No hay que olvidar que gran parte del sistema endocrino está gobernado por el cerebro y éste ha demostrado infinidad de veces en la historia que posee una poderosa trastienda capaz de sorprendernos las estadísticas más sólidas.

Sin embargo, se ha dado otro ejemplo, venido éste del castigadísimo ciclismo. ¿Existe alguna especialidad deportiva en la que se maltrate a los practicantes como en esta? ¿Alguien se imagina a Tiger Woods, Michael Schumacher, David Beckham, Kobe Bryant, Valentino Rossi, etc, etc., saltando de la cama a cualquier hora de la madrugada para que le extraigan una muestra de sangre y se registre su habitación? ¿Consentiría la NBA o las ligas de fútbol profesional someterse a los mismos procedimientos de control?

Alguna vez he llegado a pensar que, bajo la presión de las empresas involucradas en el negocio, se llegarían a celebrar campeonatos mundiales en los que no estuviera prohibido el dopaje. Igual que se reglamenta la venta de alcohol, de tabaco y algunos fármacos, se acabaría haciendo con otras drogas. Una opción para la que no sé si estamos preparados. En ese supuesto contemplaba el olimpismo como una contrapartida, como un mundo idílico en el que se exigía limpieza, no se oían más himnos que el olímpico ni se veía más bandera que la de los aros... pero con la profesionalización de las olimpiadas, se ha alejado esa posibilidad. Además, y de nuevo, eso es otro tema.

Confieso que en el caso del ganador del Tour 2006, estuve completamente seguro de la inocencia del ciclista hasta que leí un comentario de Lee Smolin que resumo más abajo. Además del perjuicio general, bla, bla, bla, lo ocurrido es una gran injusticia para el ahora auténtico ganador: porque nadie le compensará por las sensaciones que ha dejado de vivir y porque el maillot amarillo que ahora van a darle está manchado, y él es el vencedor y no merece eso.

testosterona

"El CO2 atmosférico tiene una determinada relación C12/C13. Las plantas al realizar la fotosíntesis alteran dicha relación ya que prefieren el C12. Hay dos tipos de plantas las C3, muy eficientes discriminando el C13, y las C4 que lo hacen en menor medida.

A partir de esta base podemos determinar si un producto es endógeno o exógeno (si lo produce nuestro cuerpo o lo hemos introducido de fuentes externas)

¿Cómo? Muy sencillo. Por una parte tenemos el producto exógeno, cuya relación de C12/C13 dependerá de la fuente de dónde provenga (petróleo, plantas, etc). En el caso de nuestro ya querida testosterona sintética, se fabrica de unos precursores obtenidos de plantas C3 por lo que tendrá poco C13

Por otra parte tenemos la testosterona que nosotros producimos, su relación C12/C13 dependerá de que nuestra dieta sea más rica en plantas C3 o C4 (a lo largo de toda la cadena trófica)

¿Pero y si Floyd Landis se alimenta sólo de maíz (C3)? Su testosterona natural será también muy pobre en C13 y sería un falso positivo.

Sencillo, no medimos sólo la relación C12/C13 de la testosterona sino que lo hacemos también de otras hormonas de Landis. Está claro que coma lo que coma y sea cuál sea su relación C12/C13, ésta ha de ser igual para toda hormona endógena.

Y aquí te hemos pillado amigo Floyd, resulta que la testosterona de tu cuerpo tiene una relación C12/C13 diferente a la de tus otras hormonas, por lo tanto no puede haber sido producida por tu cuerpo tengas la dieta que tengas, es testosterona exógena, y eso, querido Floyd, es hacer trampas.

El método de detección es cromatografía de gases (GC, sirve para separar los diferentes compuestos) acoplada a un espectrómetro de masas preparado para dilucidar relaciones isotópicas (IRMS, un método de detección muy potente y que ofrece grandes posibilidades analíticas)."

Lee Smolin, Físico teórico y cosmólogo.

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